MONSEÑOR DR. PABLO CABRERA, APÓSTOL DE LA VERDAD HISTÓRIC
"Por sus crónicas de antaño,
por sus tallas y sus letras,
diga todo el que le nombre
¡si es de noche, mire una estrella!
¡Agradecida memoria!
para Monseñor Cabrera!
(Arturo Capdevila "Córdoba Azul")-
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OPINIONES SOBRE EL APÓSTOL DE LA VERDAD HISTÓRICA.
de J. Aguirre
Cámara, a Mons. Cabrera en ocasión del
Título Honor y Causa: …”El excepcional homenaje
está plenamente justificado, por sus antecedentes de estudioso infatigable,
investigador concienzudo y erudito; verdadero fundador en Córdoba de una
escuela fecunda para la historia. Ni una voz adversa se ha levantado, y ello es prueba de un indestructible estado de conciencia colectivo,
que Ud. ha conquistado, en esfuerzo tenaz y metódico."
del Ing. Ángel T. Lo Celso : "Su vida consagrada al
estudio, la cultura, la indagación, encarada con humildad científica en la
consulta de los archivos y el ejercicio sagrado de su ministerio sacerdotal,
resume la sencilla y austera personalidad de este apóstol de la verdad y del
bien."
de N.N. "Y como Sobremonte, Juan B. Bustos, y otros, de la investigación de Ms.Cabrera surgen nombres que la posteridad olvidó, o se reparan injusticias históricas, ..." ... "Hoy con motivo del cincuentenario de su ordenación sacerdotal, la sociedad de Córdoba, y con ella la del país, se pone de pie frente a su vida gloriosa"
de Nimio de Anquín: En el empeño puesto por Monseñor para realizar su obra, hay un sentido heroico de la ciencia. Al contemplar los elementos acumulados desde hace seis lustros y que recién resultan utilizables, cualquiera se pregunta de dónde sacó fuerzas en este desierto para perseverar en su empresa, tan lejana de los cálculos cartagineses"
de José Vélez Picasso, de la Rev. Católica del Perú- Lima,1932 "Al saludar la aparición de este interesante libro del sabio historiador de Córdoba, hemos de resaltar nuestra admiración nacida al conocer los "Tesoros del Pasado argentino", pues al leerlos experimentamos la grata impresión que provoca descubrir una actividad de índole histórica, inspirada en el trabajo serio y silencioso y en la investigación concienzuda y honesta."
de LA NACIÓN-30-1-1936- "Era para la Iglesia y la cultura argentina una venerable reliquia."... "Conoció minuciosamente las existencias de los archivos, y esclareció así muchos puntos oscuros de nuestros orígenes con su visión sagaz de los problemas históricos y su severa disciplina para el estudio de los documentos."..."sino porque en conjunto, como dijera en cierta oportunidad su crítico, el doctor Martínez Paz, concebía la historia como obra de creación, aunando a la más inflexible justeza crítica, una gran riqueza de imaginación, visible en la manera de descubrir en los fenómenos, ocultas correspondencias y de infundir el movimiento de la vida a sus metódicas reconstrucciones."..."ha vivido este incansable evocador de un pasado lejano y obscuro, enriqueciendo la ciencia americana con aportaciones inestimables y dando el ejemplo perdurable de una vida consagrada a la Religión, a la Patria y la Verdadera Sabiduría."
de Juan José Vélez-carta del 25.5.1933...."después de tan largo lapso de tiempo, evoco esa circunstancia para apoyarme en ella y decirle que estoy compartiendo su extraordinario triunfo. Usted sembró hondo en el terreno de la Literatura, la Ciencia y la Oratoria, y recoge el fruto de su inmensa labor de publicista, destacándose siempre el sacerdote de Cristo, blindado en sus austeras virtudes. He leído todo lo que se ha escrito de Ud., en estos días auspiciosos de su jubileo y nada superior que el panegírico que le ha tejido La Nación, que por venir de tan alta tribuna puede asegurarse que es la consagración de su persona en los varios campos de su actividad. Recuerde Ud., que por allá, en el año 1905, este su amigo peregrinaba por las montañas del Ambato comiendo el duro pan del exilio y que de allí supo trasmitirle algunos mensajes del eminente dr. Adán Quiroga a quién le oí yo expresarse de su persona en los términos que lo ha hecho La Nación. Y por mi intermedio le dedicó su libro "La Cruz de América"."... (En ocasión de las Bodas de Oro sacerdotales.)
de Armando Tagle: Monseñor Pablo Cabrera ha cumplido, en efecto, la etapa más importante de su carrera eclesiástica y no se puede dejar de decir, no obstante que todos lo saben, lo que ha sido y lo que es. La generación anterior lo ha contemplado en esta misma actitud de concentración religiosa y la generación que hoy toma posesión de la vida, descubre su figura en el aislamiento voluntario de su gabinete, recorriendo con pupilas no menos activas e igualmente devotas los pergaminos en que sus manos ayer diligentes, inscribieron los sucesos de la vida que pasa. Un sentimiento elemental de justicia obliga a rendir al historiador más laborioso y prolijo de la tradición argentina, un homenaje de generación por la elevación de su vida y por la actividad de su inteligencia (en Los Principios 18-5-1933).
de Juan C. Vera Vallejo, Pbro. ante su tumba. "...Era la tierra heroica de nuestros padres que él descubriera y sacara de las sombras a la luz, la tierra legendaria de los Incas conquistada con la sangre y las instituciones de un pueblo tan grande como la raza hispana y reconquistada de nuevo para la libertad y para el porvenir del mundo, por la valentía y el heroísmo de sus hijos; era la tierra del Paraguay, del antiguo Tucumán y del Río de la Plata que el doctor Cabrera fue amojonando y delineando en sus escritos para trazarnos el itinerario de los bravos conquistadores y las huellas de los primeros misioneros; para señalarnos el lugar y la época del primer altar levantado por un fraile mercedario hace cuatro siglos en las selvas perfumadas de Jujuy; para seguirlo al franciscano Bolaños y a San Francisco Solano en sus correrías de apóstoles por los ríos del Paraguay y a lo largo del antiguo Tucumán; para presenciar con don Jerónimo Luis de Cabrera en la margen derecha del río Suquía la fundación de esta Córdoba de la Nueva Andalucía y hacernos asistir después a todos al desenvolvimiento de su vida religiosa, política y cultural. Pudo así señalarnos el abolengo de sus pobladores y delinearnos el trazado de sus solares, contarnos las leyendas de sus hijos, las reyertas de sus cabildeos y los conflictos de sus gobernadores y de sus ilustres obispos; y destacarnos especialmente desde su origen toda la crónica y la tradición de gloria que significan la fundación y la historia cultural de ese foco de luz, alzado sobre las tinieblas de la barbarie y del coloniaje, que se llamó la Casa de Trejo. El doctor Cabrera, su ilustre alumno y doctor Honoris Causa, el último clérigo de Córdoba que pasó por sus aulas cerrando la serie de los ilustres graduados de su tiempo, se había como identificado con ella, y si en el campo de los archivos y de la crónica colonial nada le era desconocido, en los dominios de la historia universitaria de Córdoba que es como decir en el núcleo central de la colonia y de la historia patria, llegó a ser una varadera autoridad reconocida más allá de los confines de la República por los más altos exponentes de la cultura americana...."
"Sacerdos alter Christus" el sacerdote es otro Cristo, era la frase que no se caía de sus labios radiantes de gozo en aquellos días...; vino después la gloria del magno Congreso Eucarístico que le fue dado saborear y saturarse de ella como de una antesala del Paraíso".
de Juan C. Vera Vallejo, Pbro. ante su tumba. "...Era la tierra heroica de nuestros padres que él descubriera y sacara de las sombras a la luz, la tierra legendaria de los Incas conquistada con la sangre y las instituciones de un pueblo tan grande como la raza hispana y reconquistada de nuevo para la libertad y para el porvenir del mundo, por la valentía y el heroísmo de sus hijos; era la tierra del Paraguay, del antiguo Tucumán y del Río de la Plata que el doctor Cabrera fue amojonando y delineando en sus escritos para trazarnos el itinerario de los bravos conquistadores y las huellas de los primeros misioneros; para señalarnos el lugar y la época del primer altar levantado por un fraile mercedario hace cuatro siglos en las selvas perfumadas de Jujuy; para seguirlo al franciscano Bolaños y a San Francisco Solano en sus correrías de apóstoles por los ríos del Paraguay y a lo largo del antiguo Tucumán; para presenciar con don Jerónimo Luis de Cabrera en la margen derecha del río Suquía la fundación de esta Córdoba de la Nueva Andalucía y hacernos asistir después a todos al desenvolvimiento de su vida religiosa, política y cultural. Pudo así señalarnos el abolengo de sus pobladores y delinearnos el trazado de sus solares, contarnos las leyendas de sus hijos, las reyertas de sus cabildeos y los conflictos de sus gobernadores y de sus ilustres obispos; y destacarnos especialmente desde su origen toda la crónica y la tradición de gloria que significan la fundación y la historia cultural de ese foco de luz, alzado sobre las tinieblas de la barbarie y del coloniaje, que se llamó la Casa de Trejo. El doctor Cabrera, su ilustre alumno y doctor Honoris Causa, el último clérigo de Córdoba que pasó por sus aulas cerrando la serie de los ilustres graduados de su tiempo, se había como identificado con ella, y si en el campo de los archivos y de la crónica colonial nada le era desconocido, en los dominios de la historia universitaria de Córdoba que es como decir en el núcleo central de la colonia y de la historia patria, llegó a ser una varadera autoridad reconocida más allá de los confines de la República por los más altos exponentes de la cultura americana...."
"Sacerdos alter Christus" el sacerdote es otro Cristo, era la frase que no se caía de sus labios radiantes de gozo en aquellos días...; vino después la gloria del magno Congreso Eucarístico que le fue dado saborear y saturarse de ella como de una antesala del Paraíso".
del diario El Pueblo-BA- El Pueblo que lo contó en la fila de sus colaboradores y entusiastas amigos únese al duelo nacional provocado por la muerte de este virtuoso sacerdote, que honró a la Iglesia y a su Patria con la labor ministerial y con sus esfuerzos para mantener vivo el fuego de las antiguas tradiciones.30-1-1936
de La Tribuna-Cdba.22-6-1928 "Disipar la "leyenda negra" es gloria de Mons. Cabrera.
Se rindió un merecido homenaje " (En Primera página y gran tamaño de letras en negro)
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